La pandemia les ofreció la oportunidad de crear un negocio familiar. Con perseverancia y trabajo en equipo han logrado crear sabores y experiencias únicas
Encontraron en la adversidad una oportunidad para emprender. Andreína González y su familia decidieron crear su propio negocio en medio de la pandemia. El 2020 fue un año complicado y luego de perder dos años de carrera, ella decidió ponerle nombre a un proyecto con el cual coqueteaba desde hace un tiempo. Delike es ahora la motivación de esta joven venezolana.
Sus padres fueron los primeros en apoyarla. En medio de recetas y con el objetivo de experimentar cosas nuevas decidieron encender los hornos de su casa para comenzar a deleitar paladares.
Para Andreína la repostería es un compendio de tres cosas: influencia familiar, amor por lo dulce y un don. Su madre se dedicaba a la realización de tortas decoradas años atrás y por distintos motivos decidió abandonarlo. Hoy ambas forman un equipo que le permite a los comensales degustar sus dulces preferidos.
González es estudiante de Urbanismo en la Universidad Simón Bolívar y a pesar que siente un gran amor por su carrera, ahora tiene otros planes a futuro.
“Fue una oportunidad que se me presentó porque si no hubiese sido por la pandemia, no lo hubiese hecho. No se me hubiese ocurrido. A mí me gusta mi carrera, ya me voy a graduar, pero me veo teniendo mi local de DeLike, cosa que jamás me imaginé. Ahora esa es mi visión.”
La especialidad de la joven pastelera son los tres leches y galletas, con ellos inició su emprendimiento. Ahora, cuentan con una variedad de dulces, esos que los clientes le solicitan o aquellos que ven en las redes sociales y que logran una cierta receptividad. Sus amigos y familiares también han sido una gran influencia.

Siempre cuatro
Cuando le preguntan a Andreína quiénes están detrás de la cocina de Delike, responde siempre con determinación: “somos cuatro”. Y es que prácticamente este es un negocio familiar, donde cada uno juega un rol fundamental.
Su madre es la repostera principal; su hermana, quien es estudiante de Diseño Gráfico, es la responsable de las fotos y de la edición de las mismas y Andreína es la que se encarga de ensamblar todas las piezas del rompecabezas, desde las diferentes preparaciones hasta el arte que sale en las redes sociales, para ofrecer un producto de calidad. Pero no es todo, una figura masculina también las acompaña.
Su padre se encargaba de las cuentas y era, de acuerdo a las palabras de su hija, el control de calidad. Hace poco dejó de acompañarlas físicamente, pero es, sin duda, parte de la esencia de este negocio.
“Siempre diré que mi papá es parte de Delike. Él sigue estando presente y forma parte del equipo a pesar de que no está físicamente con nosotros.”
Un crecimiento orgánico
En las redes sociales han tenido una buena receptividad y es que más allá de ofrecer una variedad de productos, se caracterizan, también, por crear contenido de valor educativo y por la buena atención al cliente.
“No soy una persona que tiene un mensaje predeterminado. Me gusta hablarle al cliente como si fuésemos amigos y creo que es porque así es mi personalidad. Me he dado cuenta que se me da muy bien la atención al cliente.”
Además, quieren evocar vivencias a través del sabor. Una anécdota a la que hacen referencia es cuando recibieron el mensaje de una clienta quien, entre lágrimas, les manifestaba que sus brownies le recordaban a los que su abuela preparaba. “Ahí fue cuando me di cuenta lo que le puedes hacer sentir a una persona a través de un postre.”
Como en toda cocina hay ingredientes que son indispensables, esos que, a veces, ofrecen el toque secreto. En este caso, la fundadora de este emprendimiento contesta, entre risas, que son cuatro: el chocolate, la mantequilla, la harina y el azúcar.
Pero no todo es rosa. A la hora de emprender hay que tener en cuenta distintos elementos que, siendo bien empleados, garantizarán un crecimiento aún mayor. Para ellos, la perseverancia ha sido la clave. “La parte más difícil de emprender ha sido no darse por vencidos.”
Finalmente, esperan poder diversificarse. La impartición de talleres y, posiblemente, un canal de YouTube también están dentro de sus planes futuros.
Los consiguen en las redes como @Delike.ve.